La mayor parte de la rica fauna de Costa Rica vive en las copas de los árboles. Así que qué mejor manera de contemplarlos que una excursión por un puente suspendido, a gran altura sobre el suelo de la selva. Contemple monos araña, perezosos dormilones y 400 especies de aves tropicales junto a un guía experto. Y tras un refrescante baño en la cascada Llanos del Cortés y un almuerzo costarricense, pasará la tarde flotando río abajo en una balsa.
